La Cafetería
Me imaginaba otra cosa antes de llegar al instituto. Quería una cafetería como la que salen en las películas o en las series de televisión: con una gran barra de madera y las paredes acristaladas; grandes mesas redondas y sillas a su alrededor de colores.
Cuando llegué, sabía que no iba a ser así. La cafetería de mi instituto es pequeña, bastante para mi gusto. Tiene 2 puertas y una barra muy pequeña para dar los bocadillos y las chuches. La cafetería la lleva una mujer que se llama Blanca, que hace unos bocatas para chuparse los dedos, todo hay que decirlo. Y para las chuches esta un chicho de Bachiller que se pone detrás de la barra en el recreo.
Tiene 3 mesas blancas y al lado hay una pila de sillas de plástico, para quien quiera coger alguna.
También en una de la paredes hay una barra de estas que se ponen en los chiringuitos en verano, de publicidad de una cerveza, que no me extrañaria que la hubieran cogido de allí.
Y bueno, así es mi cafetería, pequeña y agobiante pero con el rico olor de los bocadillos de Blanca.
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